Por Juan Javier Arroyo C. 20/06/2016
“Creo que el ensayo como género no presume de la certeza, al contrario, el lector se hace cargo del asunto. Es una invitación a la convivencia analítica; el lector lee para ver hasta dónde está de acuerdo con lo que está leyendo”. Santiago Kovadloff.
Los ensayos son creaciones intelectuales escritas en prosa de manera libre y personal, utilizados para exponer las opiniones, ideas o pensamientos del autor, referente a temas sociales, políticos, científicos, económicos, entre otros, y articulados sobre la base de una tesis o idea central, que es la primera tarea del lector, desnudar la tesis.
Miguel de Zubiría (1996), manifiesta que la principal habilidad y competencia intelectual que puede –y debe- dominar un estudiante durante su recorrido por el bachillerato y la universidad es la de leer y escribir ensayos. En los ensayos se condensan la sabiduría y el conocimiento acumulados por la especie humana. Sin comprender ensayos es imposible acceder a cualquier tipo de conocimiento elaborado con posterioridad al siglo XVI; desde entonces todas las disciplinas científicas se escriben como ensayos.
Reafirmando lo expresado, el dominio de la lectura precategorial o de ensayos por parte de los estudiantes de bachillerato y universidad es la competencia intelectual necesaria para interpretar e interactuar en la sociedad del conocimiento. Un estudiante que comprende y hace ensayos desarrolla el pensamiento abstracto, reflexivo, crítico, activa la imaginación y creatividad para representar, producir e inventar ideas.
Jean Piaget citado por el INEVAL (2016), es muy preciso en puntualizar que la meta principal de la educación es crear hombres que sean capaces de hacer cosas nuevas no simplemente de repetir lo que otras generaciones han hecho; hombres que sean creativos, inventores y descubridores. La segunda meta de la educación es la de formar mentes que sean críticas, que puedan verificar y no aceptar todo lo que se les ofrece.
De tal forma, el propósito de este trabajo es reflexionar sobre la importancia de los ensayos, en la formación de jóvenes inteligentes, críticos y creativos, que participen activamente en los procesos democráticos, en los temas de la sociedad, con opinión y autonomía, para hacer frente a la información de los diarios, textos y los conocimientos de las disciplinas científicas.
En este camino, el Bachillerato General Unificado, propuesto por el Ministerio de Educación del Ecuador tiene como objetivo brindar una formación general caracterizada por la interdisciplinaridad, que permita a los estudiantes elaborar sus proyectos de vida para integrarse a la sociedad como seres humanos fundamentalmente críticos y solidarios (LOEI, 2011).
Asimismo, la Ley Orgánica de Educación Superior, en su artículo 8, expresa los fines de la Educación Superior, por ejemplo: a) Aportar al desarrollo del pensamiento universal, al despliegue de la producción científica y a la promoción de las transferencias e innovaciones tecnológicas; b) Fortalecer en las y los estudiantes un espíritu reflexivo orientado al logro de la autonomía personal, en un marco de libertad de pensamiento y de pluralismo ideológico; c) Contribuir al conocimiento, preservación y enriquecimiento de los saberes ancestrales y de la cultura nacional; d) Formar académicos y profesionales responsables, con conciencia ética y solidaria, capaces de contribuir al desarrollo de las instituciones de la República, a la vigencia del orden democrático, y a estimular la participación social.
Buenos ideales para alcanzar una educación en el bachillerato y la universidad de calidad, pero, sin embargo, los jóvenes tienen dificultades en la lectura y escritura de ensayos, no se procesa información para extraer los pensamientos de lo escrito, y al momento de escribir se lo hace sin profundidad. «Un simple y elemental olvido (?) pedagógico, privar a los jóvenes de las operaciones decodificadoras para descifrar las estructuras complejas categoriales en que vienen escritos los potentes sistemas de pensamiento, su herencia cultural, no solo tiene consecuencias individuales, sino sociales. Generales, de extrema gravedad» (Zubiría, 1996, p. 11).
La nueva era del conocimiento exige individuos preparados con altos niveles de lectura para analizar y comprender las realidades. Y lo sustenta también PISA (2015) en su informe, refiriendo lo siguiente: “En un momento en el que los conocimientos científicos cada vez están más vinculados al crecimiento económico y se vuelven necesarios para dar soluciones a complejos problemas sociales y medioambientales, todos los ciudadanos, y no solo los futuros científicos o ingenieros, deben estar preparados y dispuestos a enfrentarse a dilemas relacionados con la ciencia” (p. 3).
Miguel de Zubiría (1996), plantea seis niveles de lectura, el quinto es la lectura precategorial o de ensayos, lecturas complejas para jóvenes de bachillerato y universidad: Manifiesta que el aprendizaje de lecturas elementales como por ejemplo, convertir cada término leído a su respectivo concepto, oraciones en pensamientos, organización y enlace de los pensamientos, es suficiente a propósito de abordar lecturas sencillas tipo párrafos, relatos cortos, cuentos breves, textos escolares fundamentales. Ahora bien, en el momento en que el joven enfrente las grandes lecturas de su cultura, al iniciar el bachillerato –las lecturas filosóficas, científicas, la gran literatura, la tecnología, etc.- requerirá aprehender nuevos instrumentos decodificadores, requerirá dominar nuevas habilidades, en extremo abstractas, a las que hemos denominado lectura categorial y lectura metatextual (p. 12 y 13).
Estas habilidades requeridas se refieren a las estructuras precategoriales, formadas por una tesis o idea central sobre la cual gira el ensayo, los argumentos o cimientos sustentos de la idea tesis, las derivadas, referidas a los resultados o productos salidos de la tesis, y las definitorias, para definir cualquier término de la estructura. Una alternativa de mejora para cumplir con los propósitos planificados en el desarrollo de competencias ciudadanas, intelectuales y afectivas, es el trabajo de la lectura precategorial.
Aspiramos alcanzar, aquí y ahora, el quinto escalón de la lectura: la lectura de ensayos o también denominada la lectura precategorial. El fructífero trabajo adelantado requiere un nuevo y penúltimo paso. Y no se trata de cualquier lectura: tanto la universidad como la vida adulta intelectual son espacios surcados por ensayos. Quienes anhelen asimilar las formas elevadas de la cultura occidental –el arte, la ciencia y la tecnología- tendrán que convertirse en excelentes, en virtuosos ensayistas. Así lo comprendió la más grande civilización: la cultura griega (Zubiría, 1996, p. 96).
BIBLIOGRAFÍA
DE ZUBIRÍA, M.: Teoría de las Seis Lecturas. Volumen II Bachillerato y Universidad. Fundación Alberto Merani, Fondo de Publicaciones Bernardo Herrera Merino, Bogotá, 1996.
LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN SUPERIOR DEL ECUADOR. Registro Oficial Nª 298. Quito, 12 de octubre de 2010.
INEVAL (2016), Resultados Educativos, Retos Hacia la Excelencia. Recuperado de http://www.evaluacion.gob.ec/wpcontent/uploads/downloads/2016/12/CIE_ResultadosEducativos-RetosExcelencia201611301.pdf