Por MSc. Juan Arroyo C.
A inicios del siglo XIX, se comenzaron a gestar en América las ideas libertarias en contra del poder español. El proceso independentista requirió la formación y el mantenimiento de un ejército, lo que demandó la inversión de grandes cantidades de recursos económicos que se obtuvieron de aportes de la población y de préstamos externos, especialmente de Inglaterra.
La deuda externa de la independencia, además de los préstamos para las acciones libertarias; comprende también los recursos gestionados en Europa por Bolívar y los dirigentes colombianos para consolidar la independencia, proteger la agricultura y fomentar el desarrollo industrial de la naciente república de Colombia, esta es la “DEUDA INGLESA”.
El Ecuador en pago a los ingleses, por préstamos recibidos a razón de la guerra de la Independencia, hipoteca garantizando derecho de explotación de sus recursos naturales a este país tierras del territorio esmeraldeño, entre ellas San Lorenzo del Pailón, que fue subarrendado y colonizado por la compañía inglesa Limitada del Ecuador “Ecuadorian Land Company” y luego por la compañía alemana “Esmeraldas Handelsgesellschft m.b.H.”, que tiempo después cambió su razón social por “Casa Tagua” S. A.
Whitten (1997) cita algunos investigadores, a saber Suárez de Veintimilla y Linke, expresan que para 1837 los ingleses ya habían comenzado a estudiar la zona, pero de hecho la compañía inició sus operaciones alrededor de 1 860, permaneciendo hasta 1902, fecha en que subarrendó sus derechos a una compañía alemana, data el traspaso de la operación de la compañía de manos inglesas a manos alemanas alrededor de 1870, la misma que estuvo operando hasta 1930, y prolongada después hasta la época de la construcción del tramo del ferrocarril que va de Ibarra a San Lorenzo (Linke 1960: 117; Acosta – Solís 1959b), cuyo mayor interés era la adquisición de la tagua, aunque también comerciaba oro, madera y otros productos forestales. Tenía su oficina matriz en Mataje, y sucursales en San Lorenzo, Concepción, Borbón, Limones, Muisne y Esmeraldas (p. 43 – 45).
La compañía inglesa compraba tagua, maderas finas, balsa, oro, corteza de mangle, pieles y hierbas medicinales. La oficina matriz de la compañía estaba en Mataje, que según el mapa de Wolf (1879) se llamaba Campana. Los lugareños fueron contratados para trabajar como dependientes y compradores en los poblados del hinterland, de los cuales los más importantes eran Borbón, Concepción y San Lorenzo. Se levantaron algunas construcciones, en y cerca el lugar donde se encontraba el hotel Imperial. También se dice que los ingleses sembraron pasto para sus caballos y mulas, y que introdujeron a la región ganado pardo suizo. Según los lugareños, todos los ingleses y sus familias vivían en una sola mansión, y trataban respetuosamente a los negros locales. Incluso se habla de unos trescientos nombres ingleses que usan los negros de la zona: Miltón, Joffre, Jenny, Gilbert, Douglas y Daisy se encuentran por montones. Una calle de San Lorenzo se llamaba “Mister Corner” (Whitten, 1997, p. 43 – 44).
Se dice que a mediados del siglo XIX surgieron conflictos entre habitantes de San Lorenzo y el jefe de la compañía inglesa. Debido a varias razones que no enumero se habían levantado en el pueblo una o tal vez vallas que fueron derribadas un mayo 24 por los negros. El jefe de la compañía, cuya oficina estaba en San Lorenzo (o en Mataje, las versiones varían), envió un mensaje a Inglaterra diciendo que el abatimiento de las vallas y otras acciones de violencia menor, no especificaba, constituían agravios contra la corona británica. Un buque de guerra británico, enviado a investigar, atracó, supuestamente, en la bahía del Pailón, y apuntó sus cañones sobre San Lorenzo. Se abrió una averiguación tras de lo cual se determinó que las hostilidades eran personales y dirigidas contra el jefe de la compañía, y no contra la corona británica. Todos los gastos de la operación se cargaron a la compañía, marcando, para fines prácticos, el final de los intereses de los ingleses en la zona. A falta de evidencia que respalde estos relatos, el anterior relato debe considerarse como una parte importante de la historia folklórica de los negros, no como un hecho histórico (Whitten, 1997, p. 44).
En el tiempo que San Lorenzo fue colonia inglesa, los colonizadores crearon la moneda llamada el Pailón, que circulaba en el lugar, pudiendo los habitantes hacer compras y diferentes actividades comerciales con este dinero.
En esta época de colonización, era permanente el arribo de grandes buques a la bahía del Pailón, para llevar todo el recurso natural extraído de tierras sanlorenceñas al viejo continente, productos como la tagua, madera, piedras preciosas, la balsa, muy cotizados en Europa.
Whitten, N. (1997). Los Negros de San Lorenzo. Clase Parentesco y Poder en un Pueblo Ecuatoriano. Quito, Ecuador: Centro Cultural Afroecuatoriano.