Informante Tito Livio Estupiñán
Poema recogido por Laura Hidalgo
1/04/1980
I
Le corté el pico a un zancudo
y formé una carabina
para matar a un chovoso
pue vi volá en Argentina.
II
Yo de Hamburgo le apunté,
me dirigí a Guayaquil,
cuando sonó el cañonazo,
maté un buey en el Madril.
Y yo al instante corrí
a buscarlo a onde cayó,
porque hasta el Brasil se oyó
Los tiros en Patamburgo;
y con una cortapluma
le corté el pico a un zancudo.
III
El zancudo era tan grande,
según lo dice la suma,
que tenía quinientos metros
fuera de cabeza y pluma.
Pero no dentro en las uñas,
ni el pico ni la garganta,
solamente de las patas
yo fabriqué una flotilla.
Le corté el pico a un zancudo
y formé una carabina.
IV
Era grande el animal
que parecía un serpientón,
tenía seiscientas libras
fuera de conversación.
De las patas hice un fogón
y de las uñas un sancho.
De las plumas formé un rancho.
fabriqué un rifle famoso.
Le metí quinientos tiros
para matar a un chovoso.
V
De los dientes hice balas,
del hueso hice baqueta,
también fabriqué la llave
y el cañón de una escopeta.
Del ojo hice camareta.
Le disparé en Guayaquil,
le oyeron hasta el Brasil,
hice temblar la gran China.
Dijeron: Cayó el chovoso
que vi volá en la Argentina.
Fuente: BCE, 1982